lunes, 7 de febrero de 2011

Las flores y los cantos (¿He de irme?)



Del interior del cielo vienen
las bellas flores, los bellos cantos.
Los afea nuestro anhelo,
nuestra inventiva los echa a perder,
a no ser los del príncipe chichimeca
Tecayehuatzin.
¡Con los de él, alégrense!.

La amistad es lluvia de flores preciosas.
Blancas vedijas de plumas de garza,
se entrelazan con preciosas flores rojas:
en las ramas de los árboles,
bajo ellas andan y liban
los señores y los nobles.

Su hermoso canto:
un dorado pájaro cascabel,
lo elevas muy hermoso.
Estás en un cercado de flores.
Sobre las ramas floridas cantas.
¿Eres tú acaso, un ave preciosa del Dador de la
vida?
¿Acaso tú al dios has hablado?
Tan pronto como viste la aurora,
te has puesto a cantar.

Esfuércese,quiera las flores de mi escudo,
las flores del Dador de la vida.
¿Qué podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado,
en vano hemos brotado en la tierra.

¿He de irme como las flores que perecieron?
¿Nada quedará de mi nombre?
¿Nada de mi fama aquí en la tierra?
¡Al menos mis flores, al menos mis cantos!
¿Qué podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado,
en vano hemos brotado en la tierra.

Gocemos, oh amigos,
haya abrazos aquí.
Ahora andamos sobre la tierra florida.
Nadie hará terminar aquí
los flores y los cantos,
ellos perdurarán en la casa del Dador de la vida.

Aquí en la tierra es la región de momento fugaz.
¿También es así en el lugar
donde de algún modo se vive?
¿Hay allá alegría, hay amistad?
¿O sólo aquí en la tierra
hemos venido a conocer nuestros rostros?

Poesía Náhuatl.

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