viernes, 24 de agosto de 2007

Espantapájaros



No se,

me importa un pito que las mujeres


tengan los senos como magnolias


o como pasas de higo;


un cutis de durazno o de papel de lija.


Le doy una importancia igual a cero,


al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco


o con un aliento insecticida.


Soy perfectamente capaz de soportarles


una nariz que sacaría el primer premio


en una exposición de zanahorias;

¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible

- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.


Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!







Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,


tan locamente, de María Luisa.


¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?


¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo


y sus miradas de pronóstico reservado?


¡María Luisa era una verdadera pluma!


Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,


volaba del comedor a la despensa.


Volando me preparaba el baño, la camisa.


Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...


¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,


de algún paseo por los alrededores!


Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.





"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,

ya me abrazaba con sus piernas de pluma,


para llevarme, volando, a cualquier parte.


Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia

que nos aproximaba al paraíso;


durante horas enteras nos anidábamos en una nube,


como dos ángeles, y de repente,


en tirabuzón, en hoja muerta,


el aterrizaje forzoso de un espasmo.

¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,


aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!









¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...


la de pasarse las noches de un solo vuelo!


Después de conocer una mujer etérea,


¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?

¿Verdad que no hay diferencia sustancial


entre vivir con una vaca o con una mujer


que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?


Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender


la seducción de una mujer pedestre,


y por más empeño que ponga en concebirlo,


no me es posible ni tan siquiera imaginar


que pueda hacerse el amor más que volando.

Oliverio Girondo.


martes, 14 de agosto de 2007

EL OCASO DE UN IMPERIO

Dibujo por Alejandro Goldzycher

“¿Es un imperio esa luz que se apaga, o una luciérnaga?” J. L. Borges

domingo, 5 de agosto de 2007


En mi alma hay una pena muy profunda
porque te amo, te necesito
y te me escapas cual mariposa entre las flores
atisbo la felicidad cuando creo estar apunto de atraparte
cuando me doy cuenta que soy alérgico a casi todas las flores (*)
menos a ti
porque tu eres mi felicidad, mi mariposa que se llama felicidad
que vuela, huye y se ríe de mi
detente, deja de jugar, pósate en una flor
para que pueda contemplarte y decirte que te amo
pero entonces dices que estas ocupada
que te tienes que ir
que no me crees
te alejas volando y te llevas la belleza del mundo
se mueren las flores en tu ausencia
y mi amor y mis ojos emocionados
solo son para una fría hoja de papel
porque hoy voló mi mariposa
y se llevo mi alegría.

* aclaración, tengo 16 alergias :)

viernes, 3 de agosto de 2007

UN EXTRACTO.

Un extracto de mi carta
quisiera inscribir en el registro de tu corazón
pero solo consta en autos
la sentencia inapelable de mi desventura
con tus críticas injustas, no ajustadas a derecho
llenas de prejuicios positivistas
¿por que no aceptas que por derecho natural has sido mía desde siempre?
no me condenes a la incerteza
porque mi amor es imprescriptible
no me prives de tu sonrisa
porque es mi único bien inembargable
irrenunciable, aunque me lo pidas tú.



Te ruego acoger favorablemente este escrito
porque mi amor esta consagrado en los anales de mi alma
y es solo uno, indivisible
efectivamente tuyo, sin limitaciones ni gravámenes
no es un incidente
es una cuestión de fondo
tus caderas de forma
y en mis manos...
la resolución de hacerte mía para siempre
porque tu eres mi causa
mi objeto y mi voluntad
y sin ti
la inexistencia.




miércoles, 1 de agosto de 2007


Un poema,
Unas palabras que suenan bonito
a tu cuerpo bonito
Sentimientos lacerados
a tu alma lacerante
Una suplica infinita
con ribetes humillantes
Un instante de silencio
que espero rompas con un suspiro
Una banalidad indigna
de tus ojos profundos
Un gigante descalzo
que clama por su madre bajo la lluvia
Una verdad a cuestas
como una cruz





Una cima
casi tan alta como tu frente
Un abismo interminable
del que sin embargo se distinguen tus pies
Un motivo para sufrir
o para creer que soy feliz
Una pobre añoranza de mi amor
Un poema de mi poema
de mi pena
de mi felicidad que tiene tu nombre
que te necesita tanto...
casi tanto como yo



Es tan fácil releer estas líneas
y sentir que frivolizo mi amor
Pero cuando las leas tú
Estas palabras pequeñas
con tus ojos grandes
Estas ideas oscuras
con tus ojos claros
Se abrirán para ti
Y te dirán que te amo
en un instante de eternidad.